He aquí lo que ya sabes:
- Incorpora el deporte a tu rutina habitual. Por ejemplo, inmediatamente al salir de trabajar, vete al gimnasio sin pasar antes por casa. O sal a correr a primera hora de la mañana, antes de que a tu cerebro le dé tiempo a echarse atrás.
- Proponte metas alcanzables. Sé realista y reconoce el nivel de forma física que tienes ahora.
- Sé razonable en cuanto a la frecuencia y duración de las sesiones de ejercicio. Empieza poco a poco.
- Busca alguna persona con la que practicarlo, así tiraréis el uno del otro cuando a alguien le falle la motivación
- Prueba diferentes actividades si es necesario, encuentra alguna que te divierta
Todos estos consejos los habrás leído y escuchado un millón de veces. ¿Han dado resultado? ¿Practicas deporte con regularidad?
Si es así, me alegro por ti, si no, sigue leyendo.