¿Qué es la creatividad?
De manera simple la creatividad se puede definir como “la capacidad de encontrar una solución novedosa y eficaz ante un problema.” No es exclusiva de artistas, de genios o de niños, y podemos emplearla en todo tipo de áreas: en las ciencias, las artes, la política, la educación, la investigación tecnológica, el mundo empresarial o en las tareas domésticas.
No es una capacidad determinada por nuestros genes, es fundamental el ambiente social para su desarrollo. Si bien es cierto que hay características de personalidad que hacen más probable que una persona sea creativa como la curiosidad, tolerar la incertidumbre, o tener sensibilidad para detectar problemas.
No cualquier idea es creativa, ésta debe cumplir tres requisitos: ser novedosa, de calidad y relevante.
Es importante tener en cuenta que la creatividad está relacionada con áreas concretas. Un chef puede ser un genio creativo en la elaboración de nuevas recetas, y un publicista puede ser el mejor en su campo por proponer ideas rompedoras y efectivas. Sin embargo, si uno intenta trabajar en el campo del otro podrían obtener grandiosos fracasos.
¿Por qué es importante ser un adulto creativo?
La creatividad no está reservada exclusivamente a los niños, los artistas o los genios. Todos, en nuestra vida diaria podemos desarrollar y utilizar la creatividad para mejorar cualquier aspecto de nuestra vida o nuestro trabajo.
Un profesor creativo puede encontrar formas más efectivas de explicar la lección. Un empresario creativo será capaz de adaptarse más y más rápido al mercado al que se dirige. Usar la creatividad en las tareas domésticas nos permitirá aprovechar mejor nuestros recursos (el presupuesto para gastos de casa, poco espacio de almacenaje, ahorro en las facturas, etc)
En los últimos años, los responsables de recursos humanos de las empresas están dando prioridad en los procesos de selección de trabajadores a estas tres habilidades: inteligencia emocional, creatividad y motivación.
¿Cómo podemos entrenar la capacidad creativa?
- Sueña despierto acerca de cualquier tema que te despierte interés.
- Ten curiosidad, haz preguntas, investiga todo aquello que no entiendas.
- Plantea hipótesis aparentemente absurdas y elabora posibles respuestas. ¿Te has preguntado alguna vez cómo consiguen escritores como Tolkien o J.K. Rowling o directores de cine como Spielberg crear esos mundos fantásticos tan complejos? Pues precisamente planteándose qué pasaría si las leyes de la física o la biología no fueran las que conocemos. Así pueden obtener ideas ridículas, o grandes ideas.
- Lee –de todo- y no censures ninguna de las ideas o pensamientos que ese texto te sugiera.
- “Que la inspiración te encuentre trabajando”. Esta frase la dijo el pintor Pablo Ruiz Picasso, y podemos aplicarla a cualquier campo de trabajo. No esperes a que la idea perfecta nazca de repente en tu mente, ponte a trabajar en ella para ayudarle a nacer.
- Haz tormentas de ideas. Sin importar cuál sea la situación que hay que resolver, éste siempre es un buen método para generar ideas. Ten en cuenta estos dos pasos: en primer lugar, anota todas las alternativas que se te ocurran, cuantas más mejor, sin pararte a pensar si son viables o realistas. En segundo lugar, revisa todo lo que has anotado buscando la opción más adecuada para la situación.
Yo destacaría, por encima de todas las técnicas o ejercicios que se puedan sugerir para desarrollar y dejar fluir la creatividad, una tarea que está presente en todas ellas: no te censures. No juzgues ni ridiculices tus ideas. No tengas miedo a tener que descartar la mayoría de las alternativas que se te ocurran, al fin y al cabo, sólo necesitas una de ellas para alcanzar la solución necesaria.