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Bullying

El bullying (no) es cosa de niños

A Pablo le envían amenazas por snapchat.

En cuatro ocasiones, varios chicos le esperaron al salir del instituto para pegarle, grabarlo en vídeo y luego enviarlo a los compañeros del centro.

Le han sacado fotos en el vestuario y las han colgado en una página de internet.

En clase se refieren a él por motes que se burlan de su aspecto.

Pablo lo ha denunciado ante sus profesores. Algunos le han dicho que intente ignorar a sus compañeros y se les acabará olvidando. Otros le han dicho que tiene que aprender a defenderse.

Historias como ésta son frecuentes ¿verdad?

Y si te digo que Pablo no es un niño, si no que tiene 28 años y que las fotos íntimas, los insultos y las amenazas no ocurrieron en el instituto, sino en el club deportivo al que pertenecía, ¿seguiría siendo creíble la historia? ¿Sería igualmente una historia que has escuchado antes?

Si dejamos a un lado las edades de víctimas y agresores, nos encontramos con las mismas conductas, el mismo tipo de agresiones y vejaciones.

Todos, mayores y pequeños, podemos encontrar noticias diarias referentes a hackeos de fotos íntimas de famosos (o no famosos), memes y burlas humillantes hacia personas públicas o anónimas –que gracias al chiste dejan de serlo en su entorno-, palizas propinadas un sábado por la noche por un grupo de personas a un individuo, grabadas en vídeo y difundidas a través de internet, y también en telediarios.

En cualquier momento del día podemos escuchar conversaciones en las que algunas personas se refieren a otras por motes insultantes o se ríen de su aspecto. Conductores cabreados que gritan improperios a otros. O padres que en los partidos de alevines de sus hijos amenazan al árbitro y a la madre de éste.

Son sólo unos cuantos ejemplos, desgraciadamente hay muchos más.

Los niños no están inventando formas de arruinarles la vida a otros, están copiando lo que ven.

Si olvidamos que los niños aprenden por imitación, y que somos los adultos los modelos a seguir, jamás podremos conseguir que dejen de comportarse de forma violenta.

Es fácil responsabilizar a los medios por sus programas diarios de contenido agresivo, o culpar a una sociedad que “está perdiendo los valores”. Pero no podemos ignorar el hecho de que todos nosotros pertenecemos a esa sociedad que es, a su vez, la audiencia de esos medios de comunicación.

La responsabilidad ha de ser personal.

Es imprescindible tomar conciencia de que todos somos modelos que otros pueden imitar.

Recuerda que también se aprende de los buenos ejemplos. Sé uno de ellos.

3 respuestas a «El bullying (no) es cosa de niños»

Que gran post Andrea, estoy totalmente de acuerdo con lo que dices. De hecho decía algo similar en mi entrada sobre el bullying porque me parece que es algo que se aprende en casa… Cualquier cosa que veas en la tele o fuera, si en tu casa no se hace, no la repites… Yo jugaba a juegos de ordenador violentos y ya ves tú lo violenta que soy y he sido siempre… La violencia, la falta de respeto hacia otros, la agresividad… Se aprenden en casa… Siento decirlo de forma tan tajante, pero creo que es así…

Muchas gracias Paula. Es evidente que en casa se aprenden multitud de patrones de comportamiento, pero también es cierto que los niños no sólo aprenden de sus padres, sino de todas las personas con las que se relacionan. Por eso subrayo que la responsabilidad es de todos. No sólo tener un buen comportamiento, sino afear la conducta a aquellos que no lo tienen, señalar que eso no es lo correcto, y que los comportamientos agresivos o vejatorios no queden impunes -me refiero tanto a castigo legal cuando corresponda y a castigo social. Son numerosos los ejemplos en los que se idolatran a personas que han demostrado ser violentas-.
Gracias por tu comentario.

Evidentemente, todo influye, si yo me empeño en enseñar a mi hijo a cruzar con el semáforo en verde y por el paso de peatones pero él ve constantemente a gente que lo hace de otra manera, difícil me lo ponen… Si le explico que no está bien pegar y otros pegan… O sea, que claro que influye, lo que quería decir es que con un ambiente apropiado en casa, las malas costumbres de fuera yo creo que no afectan tanto a los niños… Pero en una casa en la que a lo mejor no hay violencia en sí pero hay comentarios sobre lo gorda que se puso esta, el vestido que llevaba aquella, pero esta se mira en un espejo antes de salir de casa, hay tu madre que pesada y muchos otros comentarios que a veces se hacen delante de los niños pensando que no oyen, se les está dando un ejemplo bastante pobre… Creo que los valores no se deberían enseñar tanto desde los discursos como desde el ejemplo…

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