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¿Hablar del sentido de la vida para ser más feliz?

Se han realizado, y se siguen realizando numerosos estudios acerca de la felicidad y las cosas y hábitos que nos acercan a ella. La mayoría de estos estudios se centran en la felicidad “a largo plazo”, es decir, investigan cuáles son las acciones que, día a día convirtiéndolas en hábitos, nos ayudan a ser más felices. Sin embargo, el psicólogo Matthias Mehl, de la Universidad de Arizona, en el 2010 se interesó por la pequeña felicidad diaria y quiso investigar cómo afectan las conversaciones cotidianas a nuestro estado de ánimo.

Para eso, los 79 participantes de su investigación vivieron durante 4 días con un dispositivo que cada 12 segundos y medio grababa las conversaciones que estaban teniendo lugar. Los investigadores seleccionaron los resultados en dos grupos: charla irrelevante y conversaciones profundas y determinaron el porcentaje de cada una. Desecharon, obviamente, las conversaciones acerca de cuestiones prácticas como hacer la lista de la compra o pedir una cita médica. También tuvieron en cuenta el tiempo que cada individuo pasaba a solas o con otras personas.

En una segunda fase de la investigación evaluaron el grado de satisfacción y felicidad de los participantes con diferentes escalas y tests en dos ocasiones, inmediatamente tras la investigación, y por segunda vez tres semanas después. Tuvieron en cuenta también, un estudio de personalidad de cada uno de los sujetos.

Los resultados obtenidos fueron claros:

Las personas que tenían puntuaciones más altas en los cuestionarios de felicidad eran las que habían tenido mayor porcentaje de conversaciones profundas.

La persona con la mayor puntuación en felicidad había dedicado un 46% de sus conversaciones a temas relevantes. Mientras que la persona con menor puntuación en satisfacción había dedicado un 21%  a este tipo de temas.

¿Por qué podemos ser más felices hablando de cosas serias?

Las conclusiones más importantes que sacaron los investigadores fueron las siguientes:

  • Somos más felices cuando pasamos una buena parte de nuestro tiempo rodeados de otras personas. Esto parece lógico si pensamos que somos animales sociales con una necesidad indiscutible de sentirnos parte de un grupo e integrados con otras personas. No quiere decir esta afirmación que sea contraproducente estar algún tiempo a solas, sino que el sentimiento de soledad o aislamiento que experimentamos si no compartimos tiempo con otros nos lleva irremediablemente a la infelicidad.
  • Las conversaciones profundas nos ayudan a dar sentido al mundo que nos rodea, a encontrar explicaciones a todo lo que nos cuesta asimilar, al tiempo que nos permite conocer mejor a las personas que tenemos cerca. Esto nos aporta seguridad, y sentirse seguro es un ingrediente preciso para la felicidad.
felicidad

Referencia:

Mehl, M. R., Vazire, S., Holleran, S. E., & Clark, C. S. (2010). Eavesdropping on happiness: Well-being is related to having less small talk and more substantive conversations. Psychological Science, 21, 539–541.

2 respuestas a «¿Hablar del sentido de la vida para ser más feliz?»

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